martes, 5 de mayo de 2009

MANIFIESTO UNITARIO DEL 1ro. de Mayo


50 millones de trabajadores han sido lanzados a la desocupación en el mundo, en el curso de los últimos meses, como el resultado de una crisis devastadora que no fue provocada por los trabajadores y los pueblos, demostrando una vez más que en el capitalismo, las crisis son cruelmente descargadas sobre las espaldas de los inocentes, de los desposeídos y de los explotados, mientras que en los períodos de reanimación y auge, la riqueza generada con el sudor y el esfuerzo de los trabajadores, únicamente ensancha los bolsillos de los grandes capitalistas y monopolios, quedando en la impunidad los responsables directos de las crisis mundiales que nos agobian a los pobres del mundo.

Fueron precisamente estas la razones por las que 350 000 trabajadores norteamericanos decretaron la huelga general el 1ro de Mayo de 1886, hace 123 años , levantando en ese entonces la justa bandera de las 8 horas diarias de trabajo; ¡8 horas de trabajo! ¡8 horas de reposo! ¡8 horas de recreación!, proclamaron los trabajadores en esa jornada.

Una cadena de provocaciones y acciones represivas desencadenó en la masacre de Chicago, y la posterior acusación, enjuiciamiento y condena a la horca a sus dirigentes, los Mártires de Chicago.

123 años después de esta histórica jornada, los trabajadores ecuatorianos, las Centrales Sindicales CEDOCUT, CEOSL, CTE y UGTE, rendimos homenaje a la gesta heroica de Chicago, y lo hacemos, más convencidos que nunca que la causa y el camino de los trabajadores del 1ro. de Mayo de 1886, está hoy más vigente que nunca, cuando las dolorosas secuelas de un sistema capitalista en crisis, decadencia y agonía, condenan a millones de seres humanos en el mundo, a las más escandalosas penurias y sufrimientos, a través del desempleo, la superexplotación, las privaciones y el hambre.

Aún así, hay quienes, que a pesar de las funestas evidencias de la decadencia del sistema y de sus modelos, pretenden erigir a los mismos dogmas neoliberales y al libre mercado como la alternativa para estos males, los farmacéuticos de la miseria FMI-BID pretenden encontrar la cura en los mismos virus que causaron la enfermedad.

A lado contrario, las persistentes luchas de los trabajadores y los pueblos del Ecuador y el mundo, han ido generando una poderosa corriente de cambio, que se expresa de manera creciente en nuestro país y en Latinoamérica. Se trata de una corriente que se concreta en una tendencia opuesta al neoliberalismo, que se manifiesta en la defensa de la soberanía y los derechos vitales de nuestros pueblos.

Se trata también de una tendencia que enfrenta limitaciones, que debe esclarecer sus rumbos y desentrañar las marañas neoliberales enquistadas aun en los círculos del poder, para enfrentarlas y desecharlas, para no caer en peligrosas confusiones que equivocan los blancos y apuntan sus dardos en contra de sectores de su propio pueblo, como ha venido ocurriendo con la equivocada acción del Gobierno en la revisión de los Contratos Colectivos de los trabajadores del sector público, a través de una ilegítima y arbitraria interpretación del Mandato Constituyente 08.

Jamás la calentura se encontrará bajo las sábanas, los trabajadores no luchamos por privilegios, reclamamos nuestros derechos, precisamente esos derechos que los negó, violentó y pisoteó el neoliberalismo con la flexibilización laboral.

Lo que no puede ocurrir es que un Gobierno que se autoproclama “de la revolución ciudadana” vulnere los derechos laborales a pretexto de “eliminar los supuestos excesos y abusos” y con esta nefasta acción reproduzca una estrategia precisamente de la larga noche neoliberal, aquella de satanizar a las conquistas laborales y por ende al movimiento sindical, para deslegitimar la justa lucha de los trabajadores e implantar la llamada “flexibilización laboral”.

Sin embargo, los trabajadores no podemos caer en confusiones, no podemos asumir el febril juego de la derecha de pretender aprovecharse de los errores para debilitar y dispersar el proyecto de cambio que por historia y lucha nos pertenece a los trabajadores y al pueblo en su conjunto; por el contrario es el momento de exigir al Gobierno rectificaciones en las políticas laborales. Hoy, que nuevamente las fuerzas más retardatarias del populismo y la derecha fueron derrotadas, los trabajadores seguiremos apoyando todas las acciones en defensa de la soberanía, del progreso y bienestar del pueblo, y continuaremos reclamando de pie los legítimos e irrenunciables derechos de los trabajadores.

La causa emancipadora de la clase obrera y los pueblos del mundo continúa y continuará animando nuestra organización y lucha. El momento actual nos convoca a fortalecer y ampliar la organización sindical, a elevar la unidad y a profundizar la lucha por el cambio, por la conquista de la nueva sociedad, y ese compromiso lo asumimos en forma responsable y militante las Centrales Sindicales que suscribimos.

¡Por el derecho a la Contratación Colectiva para todos los trabajadores públicos y privados!
¡Por el respeto a la libertad de Organización y de Contratación Colectiva¡
¡Por el derecho a salarios dignos , estabilidad laboral y empleo decente!
¡Por educación y salud gratuita, por la seguridad ciudadana, por el seguro social universal!
¡Por la erradicación de la corrupción, por la defensa de los fondos de reserva!
¡Contra el alto costo de la vida!
¡Viva el 1ro. Mayo Unitario y Combativo!
¡Viva la Clase Obrera y los Trabajadores del Ecuador y el Mundo!